lunes, 26 de septiembre de 2011

PERSECUCIÓN EN LA TIERRA APOC 12:12–17

Ahora, en la visión, Juan vuelve al escenario terrenal para presenciar las consecuencias de la expulsión de Satanás del cielo. Daniel profetizó este tiempo de angustia para Israel y después su liberación: “En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro” (Daniel 12:1).
Satanás seguirá, con más furia, la persecución de Israel. La señal del peligro de los judíos será la profanación del templo por el anticristo (Daniel 9:27; Mateo 24:15; comp. 2 Tesalonicenses 2:3–4), pero Jesús les manda que huyan a los montes (Mateo 24:16–22). El v. 14 usa la figura de “alas de la gran águila” para decir que Dios ayudará a muchos que escapen a un lugar de refugio (comp. Éxodo 19:4, donde habla de la ayuda de Dios cuando escaparon de Egipto).
Satanás usará todos sus recursos, que se describen “como un río”, para alcanzarlos, pero Dios frustrará su esfuerzo. El v. 16 deja la impresión de que sobrenaturalmente Dios consumirá al ejército del anticristo que persigue a los judíos, como hizo con los egipcios en el mar Rojo (Éxodo 15:12). Isaías 16:1–4 y Daniel 11:41 sugieren que los judíos encontrarán refugio y protección en los territorios de Edom, Moab y Amón, que están al sur de Palestina.
¿Quiénes serán esos judíos salvos? Será un grupo que espera la llegada de su Mesías. Escaparán por haber estudiado y obedecido las instrucciones de Cristo de Mateo 24:15–22. Entonces, serán judíos que confiarán en Cristo y la palabra de Dios.
Mateo 25:31–46 describe el juicio de los gentiles que vivirán cuando Cristo venga. Jesús enseñó en este pasaje que la característica y prueba de la regeneración de ellos será su buen trato y protección para Israel. Al ser amigos de los judíos, muestran que son amigos de Jesucristo. Ellos serán los gentiles que entrarán a heredar el reino de Cristo (Mateo 25:34–40). Esto sugiere que muchos judíos serán preservados, porque los gentiles creyentes los apoyarán y protegerán de las agresiones de los seguidores del anticristo.
Frustrado en su intento de alcanzar a los que encontrarán refugio, el dragón se irá “a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella [la mujer], los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo” (v. 17). La importancia de Israel en la tribulación y el furor de Satanás y el anticristo que se dirigirán contra esa nación, concuerdan con las promesas de Dios en el sentido de que en la época de la venida del Mesías, muchos, tal vez la mayoría de los judíos, creerán en él: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo” (Jeremías 31:33). Pablo escribió diciendo: “todo Israel será salvo como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, que apartará de Jacob la impiedad” (Romanos 11:25; comp. Isaías 59:20 y Daniel 9:24).
ORDEN DE LOS ACONTECIMIENTOS
Primera mitad de la tribulación
El anticristo formará la alianza occidental      Dn. 7; Ap. 13, 17
Pacto del anticristo con Israel      Dn. 9:27
Juicios de los seis sellos      cap. 6
A mediados de la tribulación
Los 144,000 serán sellados      cap. 7
Satanás es expulsado del cielo      cap. 12
El anticristo se apoderará de Palestina      Dn. 9:27; 11:41, 45
Las alianzas del sur y del norte son vencidas      Dn. 11:4–45; Ez. 38
El anticristo profanará el templo (“la abominación desoladora”)      Dn. 9:27; Mt. 24:15
Segunda mitad de la tribulación
Juicios de las seis trompetas      caps. 8–9
Ministerio de los dos testigos      cap. 11
Israel es perseguido      cap. 12

LA GRAN TRIBULACIÓN
La segunda mitad de
Tres años y medio
la semana setenta de
Cuarenta y dos meses
Daniel 9
=
Mil doscientos sesenta
días

Aspecto de la bestia 13:1–3
La palabra bestia describe a una fiera salvaje. Ésta sube del mar, que en algunos pasajes veterotestamentarios señala condiciones turbulentas e inestables. Las “siete cabezas” se explicarán en el cap. 17. En Daniel 7:24–25, se dice que los “diez cuernos” son diez reyes. Puesto que la cuarta bestia de Daniel 7 es Roma, estos reyes pertenecerán al territorio del antiguo imperio romano y serán aliados del anticristo (17:12–14). Las diademas significan su autoridad para gobernar. “Un nombre blasfemo” indica su carácter anti-Dios, como en los vv. 5–6.
El león, el oso y el leopardo fueron las fieras que en Daniel 7 representaban a los primeros tres imperios de esa profecía: el babilonio, el medo-persa y el griego. El imperio del anticristo reunirá las características de los otros grandes imperios y será el apogeo de los logros y gloria política de la humanidad. Satanás será quien provea de su poder al anticristo.
El v. 3 enseña que sucederá un milagro o acontecimiento impresionante que causará asombro y, por eso, muchos seguirán al anticristo. Será algo importante, porque se menciona también en los vv. 12 y 14. Existen dos interpretaciones comunes. El cap. 17 sugiere que una de las cabezas es el anticristo mismo (17:11). Algunos interpretan que él morirá y seráresucitado por el poder de Satanás, imitando la resurrección de Cristo para ganarse la confianza de los seres humanos. Otros creen que la resurrección simboliza la restauración del imperio romano, también para que la gente se maraville y siga al anticristo por sus capacidades diplomáticas, militares o gubernamentales. Aunque no tenemos seguridad de lo que sucederá, es evidente que un acontecimiento relacionado con el anticristo hará gran impacto en el mundo y dará impulso para que su imperio se extienda. Se comentará esto en el cap. 17.
Objetivos del anticristo 13:4–8
Estos versículos muestran la naturaleza del anticristo, su imperio y religión. La historia en la tierra escenifica un conflicto entre la ambición satánica y Dios. Desde el inicio, Satanás ha querido ser como Dios y dominar la tierra. El anticristo será el representante humano de Satanás y el que lleve a cabo sus ambiciones de dominar la tierra y de ser adorado como Dios. El plan del anticristo es blasfemar contra Dios y rechazar el derecho que tiene el Creador y su Hijo.
El imperio del anticristo no será sólo político, sino también religioso. Daniel 9:27, al final de la maravillosa profecía de las setenta semanas, enseña que a la mitad de los siete años de la tribulación, el anticristo se apoderará de Jerusalén y profanará el templo judío. Hará cesar los sacrificios y, según 2 Tesalonicenses 2:3–4, él mismo será adorado en su altar. Posiblemente, la imagen de la bestia del v. 4 estará en el templo. Así, Satanás logrará pervertir la religión en la misma ciudad de David para cumplir sus propósitos. El anticristo, promoviendo los propósitos satánicos, llegará a tener dominio político y religioso sobre el mundo (vv. 7–8). Dios permitirá que Santanás tenga una breve victoria. Se comprobará de nuevo que la naturaleza del hombre no se somete a Dios, que es susceptible a los engaños del diablo, y que escoge su propio camino de ambición, poder, vanidad, comodidad y seguridad.
Sin embargo, habrá muchos que no serán engañados y no lo seguirán, ni lo adorarán. En esos tres años y medio, él montará una campaña terrible en contra de los judíos y los creyentes en general (12:12–17; 13:7–8). Habrá mucho sufrimiento y muchos perderán la vida a manos del anticristo, el falso profeta y sus seguidores (7:9–17; 11:7–10; 12:17; 14:12–13; 17:6; 18:24; 20:4; Mateo 24:15–22).
La paciencia de los creyentes 13:9–10
Junto con las malas noticias, Juan intercala palabras de orientación para los creyentes. En el v. 9 se encuentra la misma exhortación que fue repetida en el mensaje a cada iglesia de los caps. 2 y 3. Es notable que aquí se omita la parte que dice “lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Es de esperarse que, si la iglesia verdadera es arrebatada antes de la tribulación, entonces este mandato no se dirige a las iglesias.
El v. 10 asegura que los que obren violentamente contra los creyentes, serán castigados con violencia (comp. 14:14–20; cap. 18; 19:17–21). Sin embargo, el versículo probablemente orienta también a los creyentes para que no se levanten en armas para defenderse, vengarse o para derrotar a los que los persiguen. A los creyentes les serán necesarias la perseverancia y la confianza en Dios.

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